Crisis de combustible en Colombia, aeropuertos en alerta y aerolíneas en peligro

En un hecho sin precedentes, varios aeropuertos en Colombia están enfrentando una grave escasez de combustible para aviones, lo que ha generado una crisis en la operación de las aerolíneas y ha afectado a miles de pasajeros en todo el país. La situación se ha vuelto crítica desde el 23 de agosto, y las consecuencias ya se están sintiendo en algunos de los principales aeropuertos del país, como Bogotá, Cartagena, Medellín y Barranquilla.

El desabastecimiento de Jet A1, el combustible utilizado por los aviones, se originó tras la falla eléctrica en la Refinería de Cartagena el pasado 16 de agosto, lo que ha afectado la producción de este vital insumo. A pesar de que Ecopetrol, la petrolera estatal, ha asegurado que garantizará el suministro de combustible, la realidad en los aeropuertos es diferente.

En un intento por calmar los ánimos, Ecopetrol emitió un comunicado donde detalló las medidas que está tomando para mitigar la crisis. La empresa señaló que durante el pasado fin de semana se entregaron a los distribuidores mayoristas 64.100 barriles de gasolina, 108.500 barriles de diésel y 27.000 barriles de jet. Además, anunció la importación de 100.000 barriles adicionales de combustible de aviación, los cuales llegarán al país el próximo fin de semana. Sin embargo, se espera que el suministro sea insuficiente hasta finales de agosto.

El impacto de la crisis se ha sentido con mayor fuerza en el Aeropuerto Internacional Rafael Núñez de Cartagena, donde desde el 23 de agosto, el proveedor WFS suspendió por completo el suministro a una aerolínea. La situación se agravó el 26 de agosto, cuando Terpel también anunció la suspensión del suministro a tres aerolíneas, lo que ha puesto en jaque las operaciones en esta ciudad, un destino clave para el turismo.

En el Aeropuerto El Dorado de Bogotá, la situación es igualmente preocupante. Los principales proveedores, Terpel y Chevron, han reportado que los inventarios de combustible están en niveles alarmantemente bajos. Desde el 25 de agosto, varias aerolíneas han comenzado a cancelar vuelos, y se espera que la situación empeore con la suspensión total del suministro a partir del 26 de agosto.

Medellín tampoco ha escapado a esta crisis. En el Aeropuerto José María Córdova, los proveedores Terpel y WFS han alertado que los niveles de inventarios son críticos, lo que podría afectar gravemente las operaciones de las aerolíneas que operan en esta ciudad.

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El problema se extiende a otros aeropuertos del país, como Bucaramanga, Cali, Cúcuta, Leticia, Montería, Pasto, Pereira, Santa Marta y Valledupar, donde Terpel ha anunciado la suspensión del suministro de combustible a algunas aerolíneas desde el 25 de agosto. Avianca, por ejemplo, ha dejado de vender vuelos en Valledupar durante una semana debido a la escasez de combustible, y este fin de semana suspendió todos sus vuelos en la ciudad.

En Barranquilla, los inventarios de combustible también están en niveles críticos. A partir del 26 de agosto, algunas aerolíneas verán suspendido el suministro, lo que afectará las operaciones en este importante puerto aéreo.

La aerolínea Latam ha informado que sus distribuidores les han indicado que los inventarios de Jet A1 se agotaron en los aeropuertos de Leticia, Montería y Bucaramanga, y que en Bogotá están en niveles críticos. Latam ha puesto en marcha un plan de contingencia para gestionar los consumos de combustible y proteger sus itinerarios, incluyendo cargar combustible extra fuera de Colombia para sus vuelos internacionales.

Ante esta contingencia, la Aerocivil ha dado vía libre a las aerolíneas para reprogramar, suspender o cancelar vuelos entre el 28 de agosto y el 4 de septiembre. Los expertos recomiendan a los viajeros mantenerse en contacto con las aerolíneas y las líneas de atención al cliente de los aeropuertos para monitorear la situación y tomar las precauciones necesarias.

La crisis de combustible en Colombia es una señal de alerta para el país, que enfrenta un desafío significativo en su infraestructura energética y en la gestión de sus recursos estratégicos. La situación actual pone en evidencia la vulnerabilidad del sector aéreo y la necesidad de soluciones rápidas y efectivas para evitar un colapso total en la conectividad aérea del país.

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