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Crisis en Ecopetrol Ricardo Roa al borde de salir y Petro ya tendría su reemplazo
En medio de una creciente tormenta política y corporativa, la Presidencia de Ecopetrol podría cambiar de manos. Ricardo Roa, actual presidente de la petrolera más importante del país, enfrenta una inminente salida tras la revelación de un millonario contrato que ha despertado serias dudas sobre su transparencia.
La situación estalló luego de conocerse que Ecopetrol suscribió un contrato por 5,8 millones de dólares con la firma estadounidense Covington & Burling LLP, cuyo propósito habría sido inicialmente una asesoría jurídica, pero que escaló a una investigación interna de gran alcance. Este contrato, firmado bajo modalidad de «otrosí», modificó el monto original de 875.000 dólares y se oficializó el 31 de diciembre de 2024, sin el conocimiento ni la aprobación de toda la junta directiva, lo cual generó fuertes cuestionamientos.
El contrato que desató la crisis
La modificación del contrato fue calificada por Guillermo García Realpe, presidente de la junta directiva de Ecopetrol, como una acción «grave y abusiva». Según García, la junta nunca dio su aval para esa modificación, y aunque en marzo se habría ordenado suspender el otrosí, la investigación interna solo se activó tras la denuncia pública revelada por el diario El Tiempo.
El escándalo provocó la inmediata renuncia de Mónica de Greiff, también integrante de la junta, quien afirmó públicamente que jamás aprobó el contrato y cuestionó fuertemente su propósito y alcance. Estas declaraciones aumentaron la presión sobre Roa y encendieron las alarmas dentro de la compañía y en el Gobierno Nacional.
La reacción del Gobierno Petro
Ante la crisis, el presidente Gustavo Petro convocó a varios miembros de la junta de Ecopetrol a una reunión en Casa de Nariño, donde se discutió a fondo la existencia del contrato y la posible salida de Ricardo Roa. Fuentes cercanas al encuentro aseguran que el presidente minimizó el escándalo, al afirmar que “ese contrato no existía”. Sin embargo, documentos internos de la empresa confirman que el acuerdo fue firmado y parcialmente ejecutado.
Al cierre de la reunión, se contemplaba una estrategia de “enroque” para evitar mayores daños políticos y mantener el control de la petrolera desde el alto gobierno. Según fuentes oficiales, Roa podría ser trasladado al Ministerio de Minas y Energía, mientras que el actual ministro Edwin Palma asumiría la Presidencia de Ecopetrol. Esta jugada, aún no confirmada, es vista como una salida política para desactivar la presión mediática e institucional que ha generado el escándalo.
¿Quién es Edwin Palma y por qué su nombramiento genera dudas?
Edwin Palma, actual titular de la cartera de Minas, es abogado y ha estado vinculado al sector sindical y de energía, pero su perfil ha generado inquietudes en sectores especializados por la falta de experiencia directa en el manejo corporativo de una empresa de la magnitud de Ecopetrol. Además, su eventual designación enfrenta un obstáculo jurídico: según la Ley 1952 de 2019, un exministro podría estar inhabilitado para asumir cargos en empresas estatales si no ha pasado al menos un año desde su salida del ministerio.
Este detalle legal aún está siendo evaluado por los asesores jurídicos de Palacio, lo que mantiene en vilo la decisión. Mientras tanto, el clima dentro de Ecopetrol es de tensión e incertidumbre.
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Cambios que podrían sacudir el tablero
Fuentes de alto nivel no descartan nuevas renuncias dentro de la junta directiva, lo que podría llevar a una reconfiguración total del gobierno corporativo de Ecopetrol. La posible salida de varios miembros reflejaría una fractura profunda entre la dirección de la empresa y la administración nacional, en un momento clave para la estabilidad energética del país.
Además del impacto institucional, el escándalo ya comienza a golpear la imagen pública de Ecopetrol, una de las empresas más valoradas del país y motor clave de la economía nacional. Las repercusiones podrían escalar a otros niveles, como los mercados bursátiles y la confianza de inversionistas extranjeros, en especial si la situación no se resuelve con prontitud y claridad.
Lo que viene para Ecopetrol y el Gobierno
La salida de Roa parece inminente. Aunque voceros oficiales de Ecopetrol insisten en que “aún no hay nada confirmado”, ejecutivos de alto nivel dan por hecho su reemplazo. Mientras tanto, Petro analiza cuidadosamente sus movimientos, sabiendo que cualquier paso en falso podría aumentar la presión política sobre su gobierno y provocar una tormenta aún mayor.
En los pasillos de Casa de Nariño ya se habla de una estrategia para controlar los daños y blindar políticamente la presidencia de Ecopetrol con alguien de su entera confianza. La fórmula Roa-Palma sigue siendo la más viable, aunque requiere superar varios obstáculos técnicos y legales.
La próxima semana será decisiva. Se espera que la junta directiva de Ecopetrol y el presidente tomen una decisión definitiva sobre el futuro del cargo más importante de la industria petrolera en Colombia.
El escándalo por el millonario contrato con una firma extranjera ha puesto en jaque no solo a Ricardo Roa, sino al modelo de gestión estatal en empresas estratégicas como Ecopetrol. La propuesta de un “enroque” dentro del gabinete de Gustavo Petro revela la alta sensibilidad del tema y el esfuerzo por mantener control político sobre una de las compañías más importantes del país.
Mientras tanto, la ciudadanía y los organismos de control están atentos al desenlace de este caso, que podría convertirse en uno de los escándalos más sonados del actual gobierno si no se maneja con transparencia y responsabilidad.