Colombia
El millonario contrato de basuras en Medellín, el negocio que frustró el alcalde y reveló una trama de influencias
Un ambicioso proyecto de recolección de basuras en Medellín, valuado en 251.000 millones de pesos, ha sido desmantelado por el alcalde Federico Gutiérrez.
Detrás de este controvertido negocio se encuentra Manuel Grau, un empresario catalán con vínculos cercanos al presidente Petro y su esposa.
La empresa Themac Colombia S.A.S., de la cual Grau es propietario, fue la seleccionada para llevar a cabo este proyecto, que emplearía camiones de cargue lateral para la recolección de residuos.
Sin embargo, desde el principio surgieron dudas sobre la viabilidad del proyecto, especialmente en un terreno tan accidentado como el de Medellín.
Un informe de la Procuraduría alertó sobre posibles riesgos financieros y de estabilidad, lo que llevó al alcalde Gutiérrez a intervenir y poner fin al contrato.
El pasado 10 de abril, Gutiérrez anunció la cancelación del millonario contrato, frustrando así su ejecución.
Manuel Grau, además de su rol en este proyecto, ha sido una figura destacada en la política colombiana, especialmente por su cercanía al presidente Petro.
Grau obtuvo la nacionalidad colombiana en 2022, bajo circunstancias que han generado controversia, y ha sido involucrado en distintas instancias gubernamentales.
Su papel como asesor y delegado de la primera dama, Verónica Alcocer, ha sido cuestionado, especialmente después de descubrirse que no está vinculado directamente a entidades gubernamentales.
Este caso no solo pone en entredicho la transparencia en los procesos de contratación pública, sino también la influencia de ciertos individuos en la toma de decisiones políticas.
La cancelación de este contrato no solo representa un revés para Grau y su empresa, sino también para la administración del alcalde Gutiérrez y su compromiso con la transparencia y la legalidad.
El escrutinio público sobre este caso probablemente continuará, ya que deja al descubierto las complejas redes de influencia que operan en el mundo empresarial y político.
En medio de este escándalo, queda la pregunta sobre el futuro de proyectos similares y la necesidad de garantizar procesos de contratación transparentes y responsables.