Economía
Empresas Colombianas en el Mercado Israelí
Empresas colombianas han establecido relaciones comerciales con Israel, un mercado de diez millones de personas con un poder adquisitivo tres veces superior al de Colombia. El tratado de libre comercio entre ambas naciones cumple tres años, y Colombia se ha consolidado como el segundo socio comercial de Israel en Sudamérica, después de Brasil.
Más de un centenar de empresas nacionales exportan productos a este país, a pesar de los recientes enfrentamientos con Hamás. En el año 2022, las exportaciones alcanzaron la impresionante cifra de USD 1.085 millones, un año excepcional debido al aumento en las ventas de carbón, principalmente producido en La Guajira y el César por dos gigantes multinacionales con años de presencia en Colombia: Cerrejón y Drummond.
El carbón ha sido uno de los principales motores de esta relación comercial. En el 2022, las exportaciones de carbón desde Colombia a Israel alcanzaron los USD 1.085 millones, en gran parte gracias a la participación de Cerrejón, una multinacional minera que forma parte del conglomerado de Glencore. La presidenta de Cerrejón en Colombia, Claudia Bejarano, lidera la expansión de la empresa en el país y ha sido fundamental en el crecimiento de las exportaciones de carbón.
La empresa Cerrejón, propiedad en su totalidad de Glencore, cuenta con la mina a cielo abierto más grande del mundo en 69,000 hectáreas en La Guajira, Colombia. Glencore, fundada por Marc Rich en 1974, es una de las principales empresas de comercialización minera a nivel global y tiene a Ivan Glasenberg como su mayor accionista individual y CEO desde 2002. Glencore adquirió el 33.3% que BHP y Anglo American tenían en Cerrejón por USD 588 millones el 31 de diciembre de 2020, consolidando su control sobre el negocio en Colombia.
En un escenario paralelo, José Miguel Linares lidera Drummond, otra multinacional extranjera que opera en Colombia y se ha posicionado como la compañía líder en exportación de carbón del país durante los últimos siete años. Aproximadamente el 7% de sus ventas se destinan a Israel.
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Drummond, fundada en 1935 por Herman Drummond de Alabama, ha logrado una importante presencia en Colombia, con proyectos en La Loma, El Descanso, El Corozo, y Descanso Sur. José Miguel Linares, abogado de la Universidad de Los Andes y con 20 años de experiencia en la industria minera, ha liderado exitosamente la empresa durante la última década.
Las exportaciones colombianas a Israel no se limitan al carbón, ya que el café también ha encontrado su camino hacia el mercado israelí. La familia Espinosa, con su empresa familiar Racafé, ha liderado la exportación de café colombiano a Israel, con 1,000 toneladas por un valor de USD 6.3 millones. La Federación Nacional de Cafeteros, Olam, y Condor Specialty Coffee también han participado en este mercado.
Flores de los Andes, propiedad de los hermanos John y Richard Vaughn, ha exportado flores colombianas a Israel por un valor de USD 3.3 millones, de los cuales USD 2.1 millones corresponden a rosas. La empresa, fundada en 1972, es una de las pioneras en la industria floricultora en la Sabana y ha experimentado un aumento constante en sus ingresos netos y activos totales.
Las esmeraldas, conocidas por su belleza y rareza, también tienen su lugar en el mercado israelí gracias a CI Bogotá Emerald Mart. Esta firma de corretaje, fundada y presidida por Benny Bazalel, ha exportado esmeraldas naturales de Colombia por un valor de USD 2.4 millones y ha sido un líder en el mercado internacional de estas piedras preciosas durante los últimos 30 años.
Sucroal, una empresa de la familia Ardila Lulle, ha exportado ácido cítrico producido en el Valle del Cauca por un valor de USD 1.4 millones. Desde que adquirieron Incauca en 1980, los Ardila Lulle se han convertido en actores destacados en la producción de ácido cítrico, un producto versátil utilizado en la industria cosmética, médica y alimentaria, entre otros sectores.
Las relaciones comerciales entre Colombia e Israel han demostrado ser fructíferas y diversas. Esto destaca la capacidad de las empresas colombianas para diversificar sus exportaciones y encontrar oportunidades en mercados internacionales, lo que beneficia tanto a la economía colombiana como a la israelí.
