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Israel restablece parcialmente suministro de agua en Gaza.
Israel ha anunciado el restablecimiento parcial del suministro de agua a la Franja de Gaza, respondiendo a la solicitud de Estados Unidos. Fuentes oficiales confirmaron la decisión tomada entre el primer ministro Benjamin Netanyahu y el presidente estadounidense Joe Biden.
La medida busca aliviar la crisis humanitaria causada por la escasez de agua y combustible en el enclave palestino. Sin embargo, persisten dudas sobre si esta acción será suficiente para abordar la grave situación en la que se encuentran los residentes de Gaza.
La decisión de renovar el suministro de agua se aplicará específicamente al sur de la Franja de Gaza. Según un portavoz del ministro de Infraestructuras y Agua israelí, Israel Katz, esta resolución es parte de una estrategia para presionar el asedio sobre Gaza hasta que Hamás, la organización islamista que controla el enclave, sea eliminada.
El cierre de las tuberías, que tuvo lugar el lunes pasado, exacerbó la difícil situación humanitaria en Gaza, donde la población se enfrenta a la falta de electricidad, agua y combustible. Algunos palestinos expresan su preocupación, alegando que el suministro de agua se utiliza como una táctica para desplazar a la gente del norte del país y permitir que Israel expanda su control territorial.
Aunque se ha confirmado el restablecimiento parcial del servicio, las dudas persisten entre los residentes de Gaza. Un habitante de Gaza refugiado en Rafah, al sur de la Franja, expresó escepticismo, señalando que aún no ha habido un cambio inmediato en la situación de escasez.
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Un portavoz de Hamás confirmó la noticia del restablecimiento del servicio, pero subrayó que los desplazados en el sur de Gaza aún no tienen acceso al suministro de agua. La distribución se limita a algunos hogares muy contados, lo que destaca las limitaciones de la medida.
Es crucial señalar que el sistema de distribución de la compañía de aguas israelí Mekorot, ahora parcialmente restablecido, es independiente de las tuberías municipales de Gaza. Este sistema, que conserva la red de cañerías destinadas a los asentamientos israelíes en la Franja desde 2005, plantea interrogantes sobre su capacidad para abordar la crisis de agua en Gaza de manera efectiva.
La reapertura de una de las tres tuberías que llevan agua desde Israel a Gaza es un paso, pero su impacto real es incierto. Incluso con el suministro pleno, Israel solo proporciona algo más del 7 % del agua consumida en la Franja.
La mayor parte del agua proviene de tres desalinizadoras públicas y plantas privadas que tratan el agua de mar o del acuífero de Gaza. La alta salinidad del agua extraída directamente del subsuelo y canalizada por la red municipal hace que sea prácticamente imposible de beber.
La crisis del agua en Gaza no se resuelve solo con el restablecimiento parcial del suministro. Es esencial abordar las cuestiones estructurales y garantizar un acceso sostenible y equitativo al agua para todos los habitantes de la Franja.
En medio de esta situación, la comunidad internacional observa con atención, instando a Israel y a los líderes palestinos a buscar soluciones que aborden las necesidades humanitarias y promuevan la estabilidad en la región. La cuestión del suministro de agua se convierte así en un componente clave para lograr un progreso significativo en la resolución del conflicto en curso.
