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OpenAI afronta un desafío económico tras el triunfo de ChatGPT
El ascenso de la inteligencia artificial generativa ha sido meteórico, pero ahora OpenAI se enfrenta a un desafío crucial: mantener su viabilidad económica en un mercado cada vez más competitivo. Aunque la adopción masiva de usuarios de ChatGPT es un buen comienzo, la consolidación como líder del mercado aún está pendiente.
La startup tecnológica se encuentra en una posición desafiante, ya que debe equilibrar sus gastos operativos con los ingresos generados por sus servicios de IA generativa. OpenAI ha optado por aumentar sus ingresos mediante ChatGPT Plus, pero también está explorando formas de reducir costos, ya que el costo de operar el servicio se ha vuelto significativo.
Los costos de operar ChatGPT
El CEO de OpenAI, Sam Altman, admitió que el costo de operar ChatGPT era «sangrante», y se estimaba que la IA generativa le costaba a la startup más de $20 millones al mes. Además de ChatGPT, la empresa desarrolla herramientas como Dall-E, lo que aumenta aún más sus gastos de computación.
Para abordar este desafío, OpenAI considera la posibilidad de crear sus propios chips, lo que le permitiría optimizar el rendimiento de su software y mejorar la eficiencia energética. Esta estrategia es similar a la adoptada por otras grandes tecnológicas en los últimos años.
Altman ha señalado que OpenAI podría convertirse en la «startup con más necesidad de capital en la historia de Silicon Valley», especialmente si se embarcan en el desarrollo de una inteligencia artificial general, lo que podría costar $100 mil millones. Sin embargo, los crecientes gastos no se limitan a la ciencia ficción, ya que la empresa debe invertir constantemente en la evolución de sus productos y en el lanzamiento de nuevas actualizaciones para mantenerse a la vanguardia de la innovación.
Aunque los ingresos de OpenAI han aumentado inesperadamente y podrían alcanzar los $1,000 millones en 2024, las finanzas de la empresa no son tan saludables como parecen. En 2022, a pesar de un menor consumo de recursos, OpenAI registró pérdidas por valor de $540 millones, lo que plantea preocupaciones sobre su sostenibilidad económica.
Posibles relaciones
La relación de OpenAI con Microsoft podría proporcionar una solución a sus problemas económicos, ya que Microsoft se comprometió a invertir $10,000 millones, con un total de $13,000 millones en el horizonte. Sin embargo, el acuerdo con Microsoft limita los márgenes de OpenAI, ya que la empresa debe pagar una parte sustancial de sus beneficios a su socio.
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La estructura financiera de OpenAI es compleja, y aunque la empresa se fundó como una entidad sin fines de lucro, en 2019 creó una organización empresarial que otorga a los inversores derechos sobre los beneficios futuros. Esto podría limitar la influencia de los inversores en las decisiones de la compañía, pero también plantea desafíos relacionados con la inversión continua.
Competencia en el mercado
Para competir en un mercado altamente competitivo, OpenAI debe optimizar costos y mejorar la sostenibilidad económica de sus productos. Esto es especialmente importante dado que su competencia incluye a gigantes tecnológicos como Google, Amazon y Apple, que están invirtiendo fuertemente en la IA generativa.
La creación de chips personalizados se presenta como una posible solución a los problemas económicos de OpenAI. Estos chips estarían diseñados para optimizar sus servicios y reducir los costos de operación. Algunas de las grandes tecnológicas, como Google y Meta, ya han adoptado esta estrategia para maximizar el rendimiento de sus operaciones.
La fabricación de chips personalizados no es una tarea sencilla y requerirá una inversión significativa en personal especializado y recursos. Según estimaciones de la consultora Digits to Dollars, el costo de crear un procesador desde cero podría ascender a $270 millones. Sin embargo, esta inversión podría ayudar a OpenAI a reducir sus gastos operativos y mejorar la competitividad de su software.
El desafío adicional en la creación de chips personalizados radica en la compleja cadena de suministro de semiconductores y la actual inestabilidad geopolítica en el sector. La mayoría de los componentes electrónicos tienen conexiones con China y Taiwán, lo que puede complicar la fabricación de chips personalizados.
A pesar de los obstáculos, OpenAI parece estar decidida a explorar la opción de fabricar sus propios chips como una medida para optimizar costos y mantener su competitividad en el mercado de la IA generativa. Si bien el camino por delante es difícil, la recompensa de reducir los gastos operativos y mejorar la eficiencia podría ser un paso crucial para garantizar la supervivencia económica de la empresa.