Colombia
Tensión en las negociaciones de paz, ELN desmiente prórroga de cese al fuego
En el marco del sexto ciclo de conversaciones entre el Gobierno de Gustavo Petro y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la tensión ha escalado a medida que se acerca la fecha límite del cese bilateral al fuego, pautada para el 29 de enero. Contrariamente a las afirmaciones del comisionado de Paz, Otty Patiño, la guerrilla ha desmentido cualquier acuerdo de extensión, indicando que actualmente se encuentra «evaluando» la posibilidad de prorrogar la tregua.
El cruce de versiones entre las partes se produce en un momento crucial, coincidiendo con el inicio de las negociaciones en Cuba. Vera Grabe, delegada del Ejecutivo, ha señalado que el objetivo de este ciclo va más allá de buscar una prórroga; también incluye la verificación del cese al fuego, el desarrollo de zonas críticas y la participación ciudadana en el proceso de paz.
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Frente a la incertidumbre sobre la prolongación del alto al fuego, la delegación del ELN ha subrayado que, aunque expresaron «la intención» de extender la tregua en la última ronda de diálogos, actualmente solo existe un acuerdo vigente hasta el 29 de enero de 2024.
Desde La Habana, la guerrilla ha dejado claro que están inmersos en una evaluación del cese al fuego actual, con el objetivo de establecer la posibilidad de una prórroga. Este sexto ciclo de conversaciones se presenta como un momento crucial para ambas delegaciones.
El comisionado Patiño, desde Barbacoas, Nariño, ratificó la existencia de un acuerdo de extensión de seis meses, reconociendo que el proceso entra en una «etapa muy complicada» llamada territorialización. Destacó la importancia de llevar la paz a los territorios, comparándolo con la construcción de caminos al andar.
Cuba ha sido testigo de las anteriores rondas de diálogos, que llevaron al actual cese al fuego bilateral de seis meses. La participación de la sociedad civil, a través del Comité de Participación, ha sido un elemento clave en este proceso de paz.
La expectativa durante este sexto ciclo es alta, especialmente porque el Gobierno ha reforzado su posición en contra del secuestro. El senador Iván Cepeda, líder negociador del Gobierno, resaltó la necesidad de renovar el alto al fuego y garantizar el cumplimiento de compromisos serios respecto a la suspensión del secuestro.
Las esperanzas también recaen en la intervención del representante especial para Colombia ante el Consejo de Seguridad de la ONU, quien hizo hincapié en la explícita prohibición del secuestro. El viaje del presidente Petro al Vaticano, donde expresó su deseo de que el próximo ciclo se desarrolle allí, también agrega un componente de expectativa.
No obstante, la atención se centra en la evaluación del cese al fuego en curso y en el fortalecimiento de los mecanismos de verificación. La investigadora Camila Fernández de la Fundación Paz & Reconciliación subraya que, aunque se ha cumplido en gran medida, persisten ciertas victimizaciones debido a la exclusión de acciones como el secuestro, las extorsiones y el reclutamiento forzado.
En los próximos días, las delegaciones sostendrán reuniones clave para determinar el futuro de la tregua. La incertidumbre y la discrepancia de versiones entre el Gobierno y la guerrilla añaden un matiz tenso a estas conversaciones, destacando la complejidad del proceso de paz en Colombia.