Tren de Alta Velocidad Entre Medellín y Bogotá: Un Sueño Que Toma Forma

Los paisas, albergan un sueño que se niega a desvanecerse: revivir el icónico ferrocarril de Antioquia que en el siglo XX representó el progreso y desarrollo de la región. Este ambicioso plan está en marcha, liderado por una empresa estatal que lleva siete años estructurando el proyecto. Su objetivo principal es restaurar el corredor férreo que unía Puerto Berrío en el Magdalena Medio con La Pintada en el Suroeste, atravesando el Valle de Aburrá. Sin embargo, una idea aún más audaz se cierne en el horizonte: la construcción de un tren de alta velocidad que conecte Medellín con Bogotá, abriendo un corredor de 360 a 600 kilómetros de longitud con velocidades comerciales de 200 a 250 kilómetros por hora.

Esta visión de un tren de alta velocidad se dio a conocer durante la presentación del Banco de Proyectos de la Agenda 2040 de la Gobernación de Antioquia el 20 de octubre. La Promotora Ferrocarril de Antioquia está en la fase de estudios de prefactibilidad del proyecto. «Es un sistema de transporte que buscará conectar los dos grandes centros poblados del país: la capital, Bogotá, y la capital antioqueña, Medellín. Hasta hoy no se ha definido el trazado, ya que nos encontramos en la elaboración de los estudios de prefactibilidad que nos permite definir el diseño óptimo», explicó Diego Ochoa, coordinador de Planeación de la empresa.

Preliminarmente, se estima que el tren tendrá una pendiente promedio del 1.5 por ciento y un tiempo de viaje de dos horas y media. Actualmente, el mismo recorrido en automóvil toma alrededor de ocho horas para cubrir los 418 kilómetros. La reducción drástica en el tiempo de viaje promete mejorar la conectividad entre estas dos ciudades estratégicas y, en consecuencia, impulsar el desarrollo de múltiples regiones intermedias. Gustavo Ruiz, gerente de la empresa, señaló que «La mejora en la conectividad a través del tren generaría una mayor oferta turística, brindaría una solución a viajeros de negocios a la región, lo que beneficiaría a la industria del turismo y la economía en diversas áreas».

La construcción de este tren de alta velocidad no solo representaría un logro para Antioquia sino que también beneficiaría a otras regiones y ciudades intermedias que se encuentran en el trayecto entre Medellín y Bogotá, fortaleciendo la integración nacional. El proyecto se alinea con la visión de la Agenda Antioquia 2040, cuyo propósito es convertir al departamento en el corazón verde de América. Esta plataforma consolida proyectos de iniciativa pública o privada en áreas como paz, equidad, competitividad, sostenibilidad, educación y multiculturalidad.

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El gobernador Aníbal Gaviria destacó la importancia de la Agenda Antioquia 2040 y el Banco de Proyectos: «Es un hito muy importante para la Agenda Antioquia 2040, para conseguir esa visión debe haber unos proyectos para poderla ejecutar. Hoy ya van 1,270 proyectos inscritos del nivel departamental, subregional, municipal, y seguirá abierta esta convocatoria porque es un proyecto continuo». La iniciativa busca coordinar esfuerzos de planificación entre el gobierno, las empresas, la sociedad civil y la academia para garantizar la implementación de la Agenda Antioquia 2040 en las subregiones.

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El Departamento Administrativo de Planeación registró 69 proyectos de alcance departamental, 242 en las nueve subregiones y 959 proyectos en los 125 municipios. Entre estos proyectos, se destacan 100 iniciativas de academia e investigación, 71 de empresas, clusters y organizaciones privadas, 628 de la sociedad civil, ONG, fundaciones y organizaciones comunitarias, y 462 de las administraciones públicas. Esto demuestra el compromiso multifacético de la sociedad en la construcción de un futuro próspero y sostenible para Antioquia.

El resurgimiento del ferrocarril de Antioquia y la visión de un tren de alta velocidad que conecte Medellín y Bogotá son proyectos que van más allá de la infraestructura; representan una inversión en el progreso y la unidad de Colombia. La conectividad mejorada no solo facilitaría los viajes entre estas dos ciudades, sino que también estimularía el crecimiento económico y el turismo en regiones intermedias. El sueño de ver los rieles nuevamente atravesando paisajes colombianos se acerca cada vez más a la realidad, y con ello, la promesa de un futuro más brillante para la nación.

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