Boric condena ratificación de Maduro, «Estamos Frente a una Dictadura que Falsea Elecciones»

El presidente chileno, Gabriel Boric, ha lanzado duras críticas contra el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela y su reciente decisión de ratificar a Nicolás Maduro como presidente, en medio de lo que muchos han señalado como unas elecciones fraudulentas y carentes de transparencia. Boric se posicionó como uno de los primeros líderes internacionales en pronunciarse tras la decisión del TSJ, marcando así un fuerte contraste con la postura de otros gobiernos de la región que han optado por el silencio o una tibia respuesta ante el controversial proceso electoral.

En sus declaraciones, Boric no escatimó en palabras al referirse al fallo del TSJ como la consolidación de un «fraude» que, según él, muchos líderes internacionales han denunciado de manera recurrente. «No hay duda de que estamos frente a una dictadura que falsea elecciones, reprime al que piensa distinto y es indiferente ante el exilio más grande del mundo, solo comparable con el de Siria producto de una guerra», expresó con firmeza el mandatario chileno. Boric ha sido un constante crítico del régimen de Maduro y sus palabras subrayan su compromiso de no reconocer lo que considera un «falso triunfo» en Venezuela.

Boric hizo hincapié en las dramáticas consecuencias que esta ratificación tendrá para el pueblo venezolano, destacando que miles de venezolanos han sido forzados a abandonar su país en busca de libertad y seguridad. «He visto a los ojos a miles de venezolanos que claman democracia en su patria y que hoy reciben un nuevo portazo», añadió, lamentando profundamente la situación que viven millones de ciudadanos de ese país. Boric también fue enfático en recalcar que Chile no reconocerá el resultado de unas elecciones que considera fraudulentas y carentes de legitimidad.

El rechazo de Boric no es aislado. El opositor venezolano, Edmundo González, también manifestó su descontento ante el fallo del TSJ, asegurando que ya se anticipaba esta decisión. A través de su cuenta en X, González afirmó: «La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo. Los órganos del Estado emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos. #NoUsurparánLaVerdad». Su mensaje refleja el sentir de muchos opositores venezolanos que consideran que el TSJ y el Consejo Nacional Electoral (CNE) actúan en complicidad para perpetuar el poder de Maduro.

La Misión de la ONU para Venezuela se sumó a las críticas, denunciando la falta de «imparcialidad» en la decisión del TSJ y del CNE. Según este organismo, ambas instituciones han jugado un papel clave en la maquinaria represiva del Estado, socavando los principios democráticos y los derechos humanos en el país.

El fallo del TSJ, que fue emitido bajo la dirección de Caryslia, reafirma la validez de los resultados electorales basándose en que «los boletines emitidos» por el CNE «están respaldados por las actas de escrutinio emitidas por cada una de las máquinas de votación» y que «mantienen plena coincidencia con los registros de las bases de datos de los centros nacionales de totalización». Sin embargo, estas garantías técnicas han sido ampliamente cuestionadas tanto por la oposición venezolana como por observadores internacionales, quienes sostienen que el proceso estuvo viciado desde un principio.

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La decisión del TSJ y la contundente respuesta de Boric reavivan el debate sobre la legitimidad del gobierno de Maduro y la creciente crisis democrática en Venezuela, poniendo de manifiesto la tensa relación entre ambos países y la profunda preocupación de la comunidad internacional por el futuro del país caribeño.

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