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¡CRISIS DIPLOMÁTICA! Petro se Rinde Ante Trump: Colombia Cede a Presión Estadounidense Bajo Amenaza de Aranceles

Una crisis diplomática sin precedentes entre Colombia y Estados Unidos llegó a su fin este domingo por la noche, cuando el presidente Gustavo Petro cedió ante las exigencias del mandatario estadounidense Donald Trump en materia de deportaciones, evitando así la imposición de devastadores aranceles a las importaciones colombianas.
La Casa Blanca emitió un comunicado celebrando la victoria diplomática: «El Gobierno de Colombia ha aceptado todos los términos del presidente Trump, incluida la aceptación sin restricciones de todos los extranjeros ilegales de Colombia que regresen de los Estados Unidos, incluso en aeronaves militares estadounidenses, sin limitaciones ni demoras».
El conflicto se desató cuando el gobierno colombiano rechazó inicialmente el aterrizaje de dos aviones militares estadounidenses que transportaban deportados, argumentando preocupaciones sobre la dignidad de los retornados. La respuesta de Trump fue contundente: amenazó con imponer aranceles del 25% a todos los productos colombianos, con un aumento al 50% en una semana.
La reacción estadounidense no se limitó a medidas comerciales. Trump también ordenó restricciones bancarias y fiscales, además de la revocación de visados a funcionarios del gobierno colombiano. Como golpe adicional, el mandatario estadounidense calificó a Petro de «socialista», término que el presidente colombiano considera un distintivo de orgullo.
El canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, anunció la resolución de la crisis en términos más diplomáticos: «Hemos superado el impasse con el Gobierno de los Estados Unidos». Murillo confirmó que viajará próximamente a Washington junto al embajador Daniel García-Peña para dar seguimiento a los acuerdos alcanzados.
El impacto potencial de las sanciones habría sido devastador para Colombia. Estados Unidos representa el destino del 25% de las exportaciones colombianas, incluyendo productos cruciales como petróleo, café y flores. Solo las exportaciones de café alcanzan aproximadamente 2.000 millones de dólares anuales.
La crisis ha puesto de manifiesto las tensiones ideológicas entre ambos gobiernos. Petro, quien en los años ochenta fue activista y miembro del M-19, ha sido crítico con las políticas estadounidenses, especialmente en temas como la guerra contra las drogas. Durante la crisis, llegó a compararse con Salvador Allende y Jorge Eliécer Gaitán, referentes históricos de la izquierda latinoamericana.
El desenlace de esta crisis diplomática podría tener repercusiones regionales. Brasil y México, también gobernados por presidentes de izquierda, enfrentan situaciones similares respecto a las deportaciones. Lula da Silva ya ha protestado por el trato que reciben los deportados brasileños, quienes viajan esposados de pies y manos.
Como gesto de resolución inmediata, Petro ha anunciado que enviará el avión presidencial para recoger a los deportados que fueron rechazados inicialmente. Sin embargo, las sanciones sobre visados permanecerán vigentes hasta que se complete con éxito el primer vuelo de deportados.
Esta crisis marca un punto de inflexión en las relaciones bilaterales entre Colombia y Estados Unidos, tradicionalmente aliados estratégicos en la región. El episodio sirve como advertencia clara de Trump hacia otros países que pudieran obstaculizar sus políticas migratorias, pilar fundamental de su campaña para su segundo mandato presidencial.
Los mercados financieros y el sector empresarial colombiano respiran aliviados tras la resolución del conflicto, aunque persisten las preocupaciones sobre futuras tensiones entre ambas naciones y el impacto a largo plazo en las relaciones comerciales y diplomáticas.

