Colombia
Emergencia climática en Colombia, ¿cuándo lloverá para apagar el calor abrasador
En medio de la peor ola de calor que ha golpeado a Colombia en décadas, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) alerta sobre la urgente necesidad de lluvias para combatir incendios y sequías. Las altas temperaturas, impulsadas por el fenómeno de El Niño, han llevado al país a enfrentar condiciones extremas y récords térmicos.
El municipio de Jerusalén, en Cundinamarca, marcó un impresionante récord al alcanzar los 40,4 °C, desatando preocupaciones sobre la salud y la seguridad de los habitantes. Ciudades como Sahagún, Santa Marta, Ábrego, San Andrés y Lebrija también figuran en la lista de localidades afectadas por el calor implacable.
En este contexto, Honda se suma a la lista de municipios afectados, registrando una temperatura récord de 44 °C. La Defensa Civil ha declarado la situación de alarma, mientras los pobladores enfrentan condiciones climáticas extremas, con más de una semana de temperaturas superiores a los 40 °C.
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La directora del Ideam, Ghisliane Echeverry, advierte que se está configurando el enero más caluroso en los últimos 30 años. La ola de incendios y sequías, atribuidas a El Niño, persistirá hasta abril, según las proyecciones climáticas. Aunque se espera alguna mejora en marzo, la normalización completa del clima no se vislumbra hasta junio.
La desesperación de la población se intensifica, pero las perspectivas de lluvia en los próximos meses son escasas. Echeverry señala que, a pesar de la angustiante situación, la posibilidad de precipitaciones significativas es baja. Solo se espera un respiro leve con lluvias suaves en el Pacífico colombiano, principalmente en Nariño, el 29 de enero.
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Colombia enfrenta meses críticos por delante, con enero, febrero, julio y agosto catalogados como predominantemente secos. Las temporadas de lluvia, esenciales para aliviar la sequía, no llegarán sino hasta finales de marzo. Mientras tanto, los expertos insisten en la importancia de medidas preventivas para mitigar los impactos negativos de esta crisis climática.
Aunque la esperanza recae en el cambio de estación, con las lluvias esperadas para el segundo trimestre del año, los colombianos deben prepararse para un periodo prolongado de condiciones extremas. La situación actual plantea desafíos significativos, y el llamado a la acción para la conservación del agua y la prevención de incendios se vuelve más urgente que nunca.
