Colombia
Medellín toma medidas drásticas contra consumo de drogas en espacios públicos, multas de hasta $1.300.000
El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, ha firmado un decreto que prohíbe el consumo de drogas en espacios públicos, imponiendo multas de hasta $1.300.000 a quienes infrinjan la normativa.
En una rueda de prensa realizada esta mañana, Gutiérrez argumentó que la medida busca proteger a los menores de edad, manteniéndolos alejados de lugares donde se consumen estupefacientes. El decreto incluye la prohibición de consumo en establecimientos educativos, parques, plazas, centros deportivos y recreativos, así como en eventos donde asistan niños y adolescentes.
La restricción se extiende a un perímetro de 100 metros alrededor de los lugares mencionados, durante la duración del evento. Las multas, que van desde 8 hasta 32 salarios mínimos diarios, podrían superar la suma de $1.300.000. Además, la Policía tiene la autoridad para destruir la sustancia en caso de incumplimiento.
«A una persona que consume no se le está prohibiendo el consumo, sino que no lo haga delante de los niños», enfatizó el alcalde durante la rueda de prensa, justificando la medida como un esfuerzo por preservar el bienestar de la juventud.
Las reacciones ante esta decisión han sido divididas. Mientras que sectores conservadores aplauden la medida, calificándola como necesaria para proteger a la niñez, sectores progresistas, incluso algunos cercanos al movimiento político de Gutiérrez, expresan críticas y preocupaciones.
Uno de los opositores más destacados es el representante a la Cámara Daniel Carvalho, quien ha abogado por la regulación del consumo de cannabis recreativo en todo el país. Carvalho cuestiona la ligereza con la que se abordan distintos aspectos del consumo de drogas y sostiene que la medida va en contra de lo establecido por la Corte Constitucional.
En su opinión, Colombia no penaliza el consumo de sustancias psicoactivas, y el porte de la dosis mínima está protegido por ley. Considera que esta medida podría desproteger los derechos de los consumidores y aboga por alternativas que respeten tanto los derechos de los consumidores como los de los niños y aquellos que no consumen drogas.
El congresista propone la delimitación de horarios y zonas para restringir el consumo, sugiriendo que las dinámicas de un parque varían a lo largo del día. Para Carvalho, las prohibiciones generales no son constitucionales, y se debería buscar un equilibrio que garantice el bienestar de todos.
La iniciativa de Gutiérrez va en contra de la tendencia nacional sobre el tratamiento del consumo de drogas, generando un debate acalorado en la sociedad. Mientras algunos ven en la medida una estrategia efectiva para alejar a los menores de entornos perjudiciales, otros la critican por promover la criminalización y estigmatización de los consumidores.
El desacuerdo incluso alcanza a figuras políticas que comparten un mismo espectro ideológico. La controversia sigue en aumento, y la ciudadanía espera ver cómo se desarrollará este nuevo capítulo en la lucha contra el consumo de drogas en espacios públicos en Medellín.