Colombia
Ultima hora: ELN libera al padre del astro del fútbol Luis Díaz
En un desenlace que mantuvo en vilo a todo el país, Luis Manuel Díaz, padre del destacado futbolista Lucho Díaz, fue liberado tras 13 días de angustia en manos del ELN en las selvas de La Guajira. La entrega, coordinada con el respaldo de las Naciones Unidas, se llevó a cabo en la remota vereda de El Salado, al sur del departamento.
La Iglesia Católica y la ONU, actores fundamentales en la liberación, recibieron a Díaz, asegurando sus primeros auxilios y verificando su estado de salud. El arduo proceso culminó con la llegada de un helicóptero al aeropuerto de Valledupar, marcando el fin de una pesadilla para la familia Díaz.
El secuestro, ocurrido el 28 de octubre en Barrancas, La Guajira, desató una búsqueda frenética que involucró a organismos humanitarios como la Defensoría del Pueblo y el CICR. Sin embargo, la Iglesia Católica y la ONU tomaron la delantera en el rescate de ‘el Mane’ Díaz, subrayando su papel crucial en la delicada situación.
Las autoridades implementaron un plan candado liderado por el general Salamanca, que presionó a los secuestradores, forzándolos a abandonar el vehículo en el que mantenían cautiva a Cilenis Marulanda, acompañante de Díaz. La huida de los delincuentes, armados y decididos, marcó el inicio de una intensa búsqueda por la selvática serranía del Perijá.
Los comandos se adentraron en una zona de difícil movilidad pero propicia para la supervivencia, con suficiente agua para mantenerse con vida. Durante dos semanas, el país se mantuvo en vilo ante la incertidumbre del paradero de Luis Manuel Díaz, generando interrogantes sobre quiénes podrían ser tan insensibles como para secuestrar al padre de una figura tan prominente del fútbol colombiano.
El asombro se apoderó de Barrancas, donde ‘el Mane’ Díaz era una figura conocida y querida, no solo por ser el padre de Lucho Díaz, sino también por su dedicación al fútbol y su apoyo a los talentos locales. A pesar de ser el progenitor de una estrella futbolística, Díaz se movía sin escoltas ni vehículos blindados, confiando en la protección de San José, patrono del pueblo.
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El secuestro, meticulosamente planeado durante al menos cinco meses, revela una perturbadora realidad sobre la vulnerabilidad de incluso las personalidades más queridas. Los captores estudiaron a fondo la rutina de Díaz, identificando sus movimientos diarios y planificando el golpe estratégicamente antes de las elecciones regionales, cuando la fuerza pública estaría concentrada en garantizar la seguridad del evento.
La liberación exitosa de Luis Manuel Díaz no solo marca el fin de una pesadilla personal, sino que también destaca la importancia de la colaboración entre la Iglesia Católica, la ONU y las autoridades locales en situaciones de crisis. Este episodio, que mantuvo al país en vilo, resalta la necesidad de abordar de manera efectiva las amenazas a la seguridad ciudadana y la vulnerabilidad de figuras públicas ante el crimen organizado.
La atención nacional se centra ahora en el esclarecimiento de los detalles detrás de este secuestro planeado meticulosamente, así como en la implementación de medidas preventivas que resguarden la seguridad de los ciudadanos. Mientras Colombia celebra la liberación de ‘el Mane’ Díaz, la sombra de la inseguridad persiste, recordándonos la urgencia de fortalecer las estrategias de protección y prevenir futuros episodios de violencia que amenacen la tranquilidad de la sociedad.