Colombia
Corantioquia no cierra La Pradera, pero responsabiliza a Emvarias de su futuro
Corantioquia, la autoridad ambiental de la región de Antioquia, ha mantenido a la comunidad en vilo con respecto al futuro del relleno sanitario La Pradera. Aunque se esperaba un anuncio concluyente sobre su cierre, Corantioquia emitió un comunicado ambiguo que no ha logrado tranquilizar a la población.
En el comunicado, Corantioquia reiteró su solicitud a Emvarias, la empresa a cargo del relleno, para proporcionar información que permitiera determinar la vida útil del vaso Altaír, así como los soportes técnicos para una posible ampliación. También buscaban pruebas que demostraran la estabilidad del vaso Altaír, que enfrentaba problemas con su sistema de lixiviados. Corantioquia sostenía que Emvarias había sido negligente en corregir las fallas estructurales.
Emvarias respondió entregando información en octubre, asegurando que el vaso estaba en condiciones de capacidad y estabilidad para recibir residuos sólidos hasta el próximo año. No obstante, Corantioquia argumenta que las condiciones de inestabilidad persisten y limitan la capacidad de Emvarias para operar el relleno de manera segura.
Lo más destacado del comunicado es que Corantioquia arroja la responsabilidad directamente a Emvarias, sosteniendo que lo que ocurra en adelante en La Pradera estará bajo la completa responsabilidad de la empresa, respaldado en la información proporcionada por su gerente, Carlos Borja.
Esta situación tiene sus raíces en el hecho de que, según Corantioquia, la capacidad del relleno se agotaría el 17 de octubre de este año. La solicitud de Emvarias para ampliar la vida útil del vaso fue rechazada por la autoridad ambiental, que consideró que la empresa no había tomado las medidas necesarias para solucionar los problemas del sistema de lixiviados.
El Concejo de Medellín mostró preocupación por la situación y llamó al gerente de Emvarias, Carlos Borja, para que explicara la crisis. Borja restó importancia a la situación, pero admitió que la construcción del nuevo vaso para ampliar la vida útil del relleno estaba atascada. Además, se reveló que Emvarias había considerado enviar basura a Manizales en caso de suspensión en La Pradera, lo que costaría $1.640 millones diarios.
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Varios Municipios están en busca de soluciones
En vista de esta incertidumbre, otras regiones que podrían verse afectadas están considerando medidas de choque. Rionegro ha establecido una mesa técnica con municipios como Alejandría, Guarne, Cocorná, San Francisco y El Retiro, que disponen residuos en La Pradera, para buscar soluciones. Además, el gremio productivo del Oriente ha planteado la posibilidad de utilizar los hornos de las cementeras de la región del Río Claro para incinerar los residuos, con el permiso de Cornare, en caso de que la actividad en La Pradera se suspenda.
El gobierno nacional no se ha pronunciado
El Gobierno Nacional también ha sido objeto de críticas debido a su falta de pronunciamiento en medio de esta crisis. Los empresarios asistentes a la Feria Exporesiduos en Medellín expresaron su molestia por el silencio de la ministra de Vivienda y Territorio, Catalina Velasco, sobre el tema. Se esperaba que el Gobierno asumiera con la debida importancia una eventual crisis sanitaria y ambiental en la segunda ciudad más importante del país.
Las demandas al Gobierno no son infundadas, ya que el Plan Nacional de Desarrollo establece que los botaderos de basura y rellenos sanitarios tienen vigencia de solo un año a partir de la entrada en vigor del Plan de Desarrollo. A pesar de la delicada situación de La Pradera, el Gobierno no ha emitido ninguna declaración al respecto.
Antecedentes del Problema
Para comprender la magnitud de este problema, es importante destacar que Corantioquia señaló que, según un balance hasta el 31 de diciembre de 2022, el vaso Altaír ya había recibido 9’071.928 toneladas de residuos. Dado que en 2023 ingresaban 3.500 toneladas de basura diarias, la capacidad del relleno se agotaría el 17 de octubre de ese año.
Además, Emvarias había solicitado permiso para ampliar la vida útil del vaso, alegando que era necesario disponer de 380.000 metros cúbicos adicionales. Sin embargo, Corantioquia rechazó esta solicitud después de realizar inspecciones que revelaron la falta de medidas adecuadas para resolver los problemas del sistema de lixiviados, que estaba en proceso de colapso. La autoridad ambiental consideró que permitir que Emvarias continuara llevando basura podría resultar en un desastre ambiental a menos que se tomaran medidas de mitigación con urgencia.
La situación se complicó aún más cuando se supo que la construcción del nuevo vaso para ampliar la vida útil del relleno estaba estancada, según admitió el gerente de Emvarias, Carlos Borja, en su comparecencia ante el Concejo de Medellín. La falta de claridad sobre la financiación de la disposición de basura en caso de suspensión en La Pradera también ha generado inquietud.